Guía de alimentación, higiene y salud para tu cachorro
Si un cachorro va a ser parte de la familia es importante que sepas todos lo que necesita para que esté sano.
¿Qué le puedo dar de comer a mi cachorro?
El tipo de alimentación a administrar variará en función de la edad que tenga el cachorro cuando llegue a su nuevo hogar.
- Si tiene menos de un mes de edad, deberá procurarse una dieta a base de papillas preparadas a partir de leche maternizada artificial de perra (disponible comercialmente), mezclada con papillas bien de uso humano o bien de prescripción veterinaria.
- Si va acercándose a las 6 semanas podrá sustituirse el polvo de la papilla por un triturado de comida seca (pienso) o por dieta natural, espesado la mezcla cada vez más.
- Llegados a los 45 días de vida (día más, día menos), el cachorro puede alimentarse exclusivamente de alimentación seca, alimentación húmeda (acostumbrándose igualmente a partir del mes de vida) o alimentación casera. Todo depende de las preferencias del dueño o de la prescripción hecha por el veterinario.
¿Es mejor el pienso o la dieta casera?
Lo importante es evaluar siempre el estado de salud de cada animal y dejarte guiar por los consejos de profesionales calificados en nutrición animal.
La mejor dieta a administrar a un perro es siempre la dieta casera puesto que es la que mejor calidad tiene. Es importante saber para este tipo de dieta, que tiene que estar equilibrada o suplementar de forma diaria. Recientes estudios han demostrado que la dieta casera reduce notablemente el porcentaje de enfermedades a largo plazo.
Sin embargo la dieta industrial está perfectamente formulada en función de las necesidades nutricionales de los perros. Estas dietas están pensada para animales desde que son cachorros, hasta la edad de adulto e incluso cuando son animales de edad avanzada. De esta manera pueden comer toda su vida a base de comida industrial, sabiendo que en ningún momento deberá suplirse la ración con absolutamente nada más.
¿Qué no le puedo dar de comer a mi cachorro?
Bajo ningún concepto deben comer nuestra comida, tengan éstos la edad que tengan. No importa el tipo, ni el tamaño, ni la especie animal de la que provienen. Nuestra comida es indigesta, posible causante de estreñimientos de mayor o menor gravedad, diarreas, vómitos, deshidratación. Según la gravedad de los síntomas el cachorro podría acabar ingresado en un hospital.
Queda prohibido recompensar al cachorro, a modo de premio, con toritos de embutido, quesos ni chocolate ni aguacate. Aparte de “entretener” el hambre, provocan, no pocas veces, cuadro de intoxicación que se traducen en diarreas o convulsiones. En el caso del cachorro son más peligrosas que en el animal adulto.
¿Qué no le puedo dar de comer a mi cachorro?
Bajo ningún concepto deben comer nuestra comida, tengan éstos la edad que tengan. No importa el tipo, ni el tamaño, ni la especie animal de la que provienen. Nuestra comida es indigesta, posible causante de estreñimientos de mayor o menor gravedad, diarreas, vómitos, deshidratación. Según la gravedad de los síntomas el cachorro podría acabar ingresado en un hospital.
Queda prohibido recompensar al cachorro, a modo de premio, con toritos de embutido, quesos ni chocolate ni aguacate. Aparte de “entretener” el hambre, provocan, no pocas veces, cuadro de intoxicación que se traducen en diarreas o convulsiones. En el caso del cachorro son más peligrosas que en el animal adulto.
El calendario sanitario del cachorro
Una vez el cachorro lleva una semana en su nuevo hogar, es conveniente concertar una visita con el veterinario con dos objetivos básicos: el primero es aclarar las dudas que el dueño pueda tener sobre su cachorro y todo lo que le rodea. Y el segundo objetivo es empezar a asimilar toda la información que el profesional dará al nuevo dueño para lograr una mejor calidad de vida para su nuevo compañero. Los puntos básicos de esta información son la dieta, la desparasitación y la vacunación.
¿Cada cuánto hay que desparasitar un cachorro?
Dentro de esta denominación deben diferenciarse dos tipos: la interna y la externa.
- La desparasitación interna o vermifugación es aquel tratamiento que se administra a los perros a fin de eliminar los parásitos internos que puedan tener. Normalmente se encuentran en el interior de su tubo digestivo pero los podemos encontrar en pulmón, corazón, sangre e hígado. Lo mejor para no crear resistencias frente a los antiparasitarios es desparasitar solamente a posteriori de un examen coprológico (análisis de las heces). La ausencia de gusanos adultos en la caca NO INDICA LA AUSENCIA DE PARÁSITOS. Esto se debe a que existen formas parasitarias microscópicas que sólo se pueden detectar con un examen coprológico, entre otras razones. Hay que tener en cuenta que los vermes, como parásitos que son, se alimentan a expensas de lo que su hospedador come y además provocan importantes alteraciones a nivel digestivo, comprometiendo seriamente la salud del cachorro.
- La desparasitación externa es un tema en constante evolución. Cada vez son más y mejores los métodos de lucha existentes contra los parásitos externos (básicamente pulgas, piojos, garrapatas y mosquitos). Por ello nos limitaremos a citar los grupos de preparados existentes en el mercado. Así se dispone de collares antiparasitarios (unos para pulgas y otros para garrapatas), sprays (en aerosol o bien en forma de pulverizadores sin gas), pipetas de aplicación cutánea, polvos, champús y otras lociones. Finalmente, saber que en determinados casos deben combinarse más de un sistema para lograr una efectividad casi total. Hay que remarcar que este tratamiento lo tiene que llevar a cabo el veterinario. Además algunos de estos productos antiparasitarios no pueden ser utilizados en cachorros de menos de 3 meses.
Las vacunas de un cachorro
Desde el punto de vista sanitario quizás sea éste el punto más importante de la vida del perro cuando es cachorro, debido a la fragilidad y pobreza del sistema inmunitario o defensivo del cachorro.
Cuando el cachorro nace y mama la primera leche de su madre (el llamado calostro), le confiere un sistema defensivo muy útil pero, desgraciadamente provisional. La duración media de estas defensas viene a ser de aproximadamente 6 semanas, momento en el cual debe empezar el calendario de vacunaciones en un cachorro, sea de la raza y del tamaño que sea.
A esta edad se administra, normalmente, una primera dosis de vacuna frente al parvovirus que es una patología mortal en algunos perros.
Después de 15 días se pondría la primera dosis de la vacuna heptavalente que protege al perro contra la mayoría de enfermedades víricas. Al cabo de dos semanas más, o sea, cuando el cachorro cuenta con 2 meses y medio aproximadamente, se le administra una segunda dosis de vacuna polivalente. La vacuna polivalente a parte de proteger contra el moquillo y la parvovirosis, lo hace también contra la hepatitis canina, la leptospirosis, las adenovirosis.
Llegados a esta última dosis de pentavalente el cachorro deberá esperar 15 días más antes de salir a pasear. Esta espera sirve para dejar espacio a el sistema inmune de desarrollarse correctamente. Nel mientras el cachorro puede salir a la calle en brazos o en mochilas estudiadas para ellos.
Pasado otros 15 días el cachorro debe con otra la vacuna de la tos de las perreras o traqueobronquitis infecciosa canina. Al contrario de lo que se piensa esta vacuna no sirve solo para los perros de residencias o de perreras. Debido a su elevada contagiosidad los perros pueden enfermarse tan solo olisqueando la acera o el parque en sus paseos diarios. Tan solo basta entrar en contacto con unas gotitas de saliva o moco de un perro que padece esta enfermedad.
Para finalizar la pauta de vacunación básica antes de llegar al 6º mes de edad debe ponerse al cachorro la vacuna antirrábica. Esta vacuna es obligatoria en algunas comunidades autónomas y necesaria en el resto según recomendaciones recientes de la O.M.S.
Este calendario vacunal puede sufrir modificaciones en función de criterios veterinarios o bien de presencia masiva de alguna de las enfermedades contra las que se protege en zonas determinadas del país. Por ejemplo sería recomendable vacunar a los perros frente a la leishmania y la dirofilaria.
Una vez completada la primera pauta vacunal la dosis de recuerdo de cada vacuna será anual.
Socialización de los cachorros
Es muy importante que el contacto social de tu cachorro tenga lugar en el momento adecuado. Para no causar problemas al cachorro, se recomienda que conozca el mundo exterior cuando tenga entre 3 y 12 semanas.
Este contacto con el mundo debe ser de forma gradual y sobre todo ser controlado si tu cachorro no tiene las vacunas puestas. La salida a la calle se puede hacer desde edades tempranas siempre y cuando el cachorro no entre en contacto con el suelo o con otros perros. Gracias a este primer acercamiento el peludo es capaz de familiarizarse con ruidos, movimientos, estímulos nuevos. Esta etapa es importante y fundamental para tener un perro sin problemas comportamentales.
Una vez que tenga todas las vacunas puestas se puede empezar el acercamiento con otros perros. Vigila siempre al animal, sobre todo si su raza es pequeña o mediana. Evitará problemas con animales más grandes y potencialmente más fuertes. Antes de permitir un acercamiento, compruebe el carácter de su nuevo amigo visualmente o hablando con el otro propietario.
La socialización en los cachorros debe extenderse también a otras especies. Puedes presentarle a tu pequeño amigo un gato, un conejo u otras mascotas. Siempre que esta reunión no suponga un peligro para ninguna de las partes.
¿Cuando puedo bañar mi cachorro?
Los cachorros se pueden bañar desde edades tempranas. A lo largo de toda su etapa como cachorro tendrá que bañarse con un champú de cachorro y sobre todo secarle muy bien después de cada baño. La limpieza de los oídos es muy recomendada después de un baño. Esta buena práctica de higiene sirve para retirar todas las gotitas de agua que se hayan podido quedar y evitar una otitis.
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