Por qué tu mascota cojea y cuándo debes llevarla al veterinario
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Conclusiones clave
- La cojera en mascotas puede deberse a múltiples causas, desde una lesión leve hasta enfermedades articulares o neurológicas.
- Observar el comportamiento, la forma de caminar y el origen del dolor es fundamental para detectar la gravedad del problema.
- Algunos signos como cojera persistente, dolor intenso o incapacidad para apoyar una pata requieren atención veterinaria inmediata.
- Una evaluación profesional es esencial para evitar complicaciones o daños permanentes.
Causas más comunes de cojera en mascotas
La cojera puede aparecer de forma repentina o progresiva, y afecta a perros, gatos y otros animales domésticos. Estos son algunos de los motivos más frecuentes:
- Traumatismos: caídas, golpes o pisotones que provocan esguinces, contusiones o fracturas.
- Heridas en almohadillas: cortes, espigas, cristal u objetos clavados en las patas.
- Problemas articulares: como displasia de cadera, luxación de rótula o artrosis.
- Infecciones: abscesos, infecciones en uñas o articulaciones.
- Parasitaciones: garrapatas o larvas que provocan molestias en la piel.
- Condiciones neurológicas: que afectan la movilidad de una o varias extremidades.
Signos de alerta que no debes ignorar
Más allá de la cojera en sí, hay síntomas que indican que el problema podría ser más grave y que necesita una revisión veterinaria urgente:
- La mascota llora, gruñe o evita que la toques en una zona específica.
- No apoya una de sus patas en absoluto.
- Arrastra la extremidad al caminar o se tambalea.
- La cojera no mejora en 24–48 horas.
- Presenta fiebre, apatía o pérdida del apetito.
- Se observa inflamación, deformidad o una herida abierta.
Cojera en perros vs. cojera en gatos
Aunque las causas pueden ser similares, perros y gatos manifiestan el dolor de forma distinta:
En perros
- Suelen mostrar más claramente la incomodidad al caminar o correr.
- Algunos se quejan o se niegan a moverse.
- Los cachorros pueden tener problemas congénitos como displasia o crecimiento óseo acelerado.
En gatos
- Suelen esconder el dolor o reducir su actividad sin dejar de caminar.
- Una cojera en gatos puede pasar desapercibida hasta que el daño es más severo.
- Saltos desde alturas o peleas con otros gatos suelen ser causas frecuentes de lesión.
Cuándo debes llevar a tu mascota al veterinario si cojea
No todas las cojeras suponen una emergencia, pero sí requieren atención según sea el caso. Debes acudir al veterinario si observas:
- Cojera repentina sin una causa clara y que no mejora al cabo de unas horas.
- Pérdida de movilidad, debilidad o parálisis parcial.
- Inflamación visible, calor o herida evidente en la pata.
- Tu mascota se niega a caminar o está claramente incómoda.
Una exploración veterinaria permitirá determinar si se trata de una lesión leve o si es necesario realizar radiografías, análisis o iniciar un tratamiento.
Cómo actuar si tu mascota cojea en casa
Si no puedes acudir de inmediato a una clínica, puedes seguir algunos pasos iniciales para aliviar molestias o evitar que la situación empeore:
- Revisa con cuidado las patas, almohadillas y uñas. Busca objetos clavados, heridas o inflamación.
- Aplica frío local con una toalla y hielo durante unos 5–10 minutos si hay inflamación.
- Evita que camine, salte o suba escaleras hasta ser valorado por un veterinario.
- No administres medicamentos humanos sin prescripción veterinaria.
- Solicita ayuda profesional mediante una videollamada o consulta a domicilio si no puedes desplazarte.
Tratamientos y recuperación
El tratamiento variará según la causa de la cojera. Algunas opciones habituales incluyen:
- Reposo: esencial en la mayoría de los casos para permitir que la zona afectada se recupere.
- Medicamentos antiinflamatorios: recetados por un veterinario para reducir dolor y hinchazón.
- Inmovilización: mediante férulas o vendajes si hay lesiones óseas o articulares.
- Cirugía: en casos de fracturas, rotura de ligamentos o luxaciones severas.
- Rehabilitación fisioterapéutica: para recuperar movilidad y fortalecer la musculatura.
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Cómo prevenir la cojera en mascotas
Algunas pautas básicas de cuidado y prevención pueden ayudarte a reducir el riesgo de que tu compañero sufra una cojera:
- Evita que realice saltos bruscos o ejercicios excesivos, especialmente en edades tempranas.
- Mantén sus uñas bien recortadas para prevenir enganches o roturas.
- Vigila los paseos en zonas con cristales, espinas o asfalto caliente.
- Controla su peso: la obesidad agrava los problemas articulares.
- Llévalo a revisiones veterinarias periódicas, sobre todo si es una raza propensa a displasia u osteoartritis.
También es útil conocer los síntomas que pueden acompañar otras patologías como inflamación de ganglios o trastornos infecciosos, que pueden confundirse con problemas locomotores.
Fuentes externas de confianza
Preguntas frecuentes
- ¿Cuánto esperar antes de ir al veterinario si mi mascota cojea?
- Si la cojera es leve y sin señales de dolor intenso, puedes observar entre 24 y 48 horas. Si no mejora o empeora, acude al veterinario.
- ¿Puedo darle mi medicación antiinflamatoria a mi perro si cojea?
- No. Muchos medicamentos humanos son peligrosos para mascotas. Usa solo los recetados por un veterinario.
- ¿Es normal que un perro mayor cojee por las mañanas?
- Puede ser síntoma de artrosis. Es importante evaluarlo para iniciar un tratamiento que mejore su calidad de vida.
- ¿Qué pasa si mi gato cojea pero no se queja?
- Los gatos tienden a ocultar el dolor. Una cojera silenciosa también merece atención veterinaria.