Todo lo que debes saber para tener una gallina como mascota
Cada día más la gallina se elige como mascota. Aunque no sean muy buenas voladoras, las gallinas son aves que necesitan unas necesidades específicas.
La gallina ya no es vista como una “fuente” de huevos o de carne. Desde hace poco en Estados Unidos o Europa del Norte los propietarios sustituyen la adopción de un gato o de un perro por una gallina.
Es bastante inusual tener una gallina como animal doméstico, no obstante son animales muy cariñosos.
El carácter de una gallina domesticada
Normalmente se pensaba como ejemplar de explotación tanto para huevos como para la carne. Los social media han sacado a la luz la verdadera naturaleza de esta ave.
La gallina es un animal curioso y sociable al que le encanta explorar su entorno y no desdeña la interacción con los humanos. Si está bien socializado, le gusta que le den mimos durante mucho tiempo y, con un poco de paciencia, se le puede entrenar para que realice incluso tareas sencillas. Además, es capaz de establecer vínculos estables con sus congéneres y, a excepción de los depredadores conocidos, también suele convivir con animales de tamaño similar.
Por muy curioso y simpático que sea el carácter de la gallina, el deseo de cuidarla en casa no debe subestimarse en absoluto. A diferencia de los perros y los gatos, que han sido domesticados por el hombre durante milenios, las gallinas no son, por naturaleza, aptas para una vida exclusivamente doméstica. Las posibilidades de adaptación son muchas, pero se necesita un gran compromiso y dedicación.
Dada esta naturaleza, muchos han pensado en adoptar un ejemplar, con el que pueden compartir tanto el espacio doméstico como parte del jardín. Además las gallinas hacen parte de muchos programas de pet therapy frente a el autismo.
El espacio al aire libre adecuado para una gallina domestica como mascota
En primer lugar, antes de adoptar una gallina es necesario evaluar la disponibilidad de un espacio adecuado.
De hecho, esta especie necesita pasar bastante tiempo al aire libre todos los días. Esto les sirve tanto para satisfacer su espíritu explorador como para garantizar su bienestar psicológico y físico. Al aire libre, la gallina puede cazar insectos y gusanos, mejorando su dieta en comparación con el alpiste. Además, pasear por prados y terrenos ayuda a regular las garras y a evitar dolencias en las patas y artrosis. Si no tienes un jardín pequeño o una terraza suficientemente grande, lo mejor es evitarlo.
Una vez más, estas aves no están inclinadas instintivamente a regular sus funciones fisiológicas durante el día. Mientras que el gato se ve impulsado por naturaleza a utilizar la caja de arena, y el perro aprende a esperar con prudencia los paseos diarios, la gallina tiende a realizar sus necesidades sin ninguna regularidad.
Las gallinas necesitan baños de areñas a los cuales pueden acceder siempre. Este baño tan peculiar les sirve para mantenerse limpias, libre de ácaros y piojos.
Por último, las gallinas siguen siendo animales sociales. Un solo ejemplar puede sufrir al quedarse solo durante horas en ausencia de otros animales similares o de una figura humana de referencia. Un hecho a tener en cuenta para aquellos que tienen que estar fuera de casa muchas horas al día.
Lo ideal, por tanto, es aprovechar un espacio exterior, como el propio jardín, donde la gallina pueda pasar la mayor parte del día, disponiendo quizás de un pequeño refugio. La permanencia en la casa es posible durante unas pocas horas al día: en este caso, sería útil proporcionar un acceso independiente (como las gateras) para que el bípedo pueda entrar o salir de la casa como desee.
La casa de una gallina como mascota
Las gallinas necesitan trepar, tener diferente área de descanso y un espacio cubierto. Por esta razón es importante proporcionarles un espacio cubierto donde tenga a disposición todo lo que necesita. El gallinero es un lugar perfecto para satisfacer sus necesidades.
- Su casita debería de tener por lo menos 2 plantas.
- La superficie necesaria se evaluará en función del número mínimo de gallinas que se quiera criar o, por el contrario, el espacio disponible definirá el número máximo de gallinas que se puede tener.
- La posición del gallinero deberá estar en el lugar menos húmedo. Esto sirve para evitar situaciones de barro en el gallinero en invierno, con todos los problemas que ello conlleva.
- Debe ubicarse en el sitio más protegido del viento, así como a la sombra en verano y expuesta al sol en invierno.
- No menos importante es proporcionar un espacio para tumbarse y descansar, posiblemente en paja blanda.
- Crear muchas zonas donde poder trepar ya que es un ejercicio físico fundamental para las gallinas
- Apartar una zona para poner huevos. Las gallinas necesitan tranquilidad para poder poner huevos.
Las pododermatitis en las gallinas domesticas
La higiene del espacio cerrado en esta mascota es fundamental. Si descansan en una cama húmeda o en un sitio sin higiene muy probablemente desarrollarán pododermatitis y cojeras.
Las pododermatitis son infecciones de las patas que ulceran y se infectan por la presencia de bacterias del suelo. Es una enfermedad que necesita tratamiento antibiótico y limpieza de la herida.
Para prevenir esta enfermedad es importante cambiar la paja y sustrato del gallinero a diario. Además de llevar un limpieza con productos específicos y no nocivos una vez a la semana en invierno y una vez cada 3 días en verano.
Las gallinas pueden ser una mascota perfecta para un hogar con niños. En general, todas las mascotas proporcionan diferentes beneficios para nuestros niños. Léelo aquí.