“Qué es la consulta prequirúrgica y su importancia”

Qué es la consulta prequirúrgica y su importancia

Tiempo estimado de lectura: 10 minutos

Conclusiones clave

  • La consulta prequirúrgica evalúa el estado general de salud de la mascota antes de una operación.
  • Permite detectar riesgos y establecer el protocolo anestésico más seguro y eficaz.
  • Es una herramienta esencial para reducir complicaciones y garantizar un postoperatorio exitoso.

¿Qué es la consulta prequirúrgica?

La consulta prequirúrgica es una evaluación médica especializada que se realiza antes de someter a una mascota a una intervención quirúrgica, ya sea programada o de urgencia. Su propósito es conocer a fondo el estado de salud del animal y planificar adecuadamente el procedimiento anestésico y quirúrgico.

Durante esta consulta, el veterinario no solo examina al animal de forma externa, sino que también solicita pruebas diagnósticas que permiten detectar afecciones ocultas que podrían poner en riesgo la vida del paciente durante la cirugía.

¿Por qué es importante esta evaluación previa?

Una operación, por sencilla que parezca, siempre implica riesgos. La anestesia, los tiempos quirúrgicos, el estrés del animal y posibles enfermedades no diagnosticadas pueden multiplicar las probabilidades de complicación. La consulta prequirúrgica cumple varias funciones clave:

  • Evaluar la función cardíaca, pulmonar y hepatorrenal del paciente.
  • Detectar enfermedades preexistentes que no presentan síntomas visibles.
  • Personalizar el tipo y dosis de anestesia según el tamaño, edad y condición del animal.
  • Minimizar riesgos de reacciones adversas durante o después de la operación.
  • Informar al tutor sobre los cuidados, riesgos y tiempos de recuperación esperados.

¿Qué incluye una consulta prequirúrgica en animales?

La valoración prequirúrgica no es solo un chequeo superficial. El veterinario recopila datos objetivos a través de exploración física y pruebas que pueden incluir:

1. Historia clínica

  • Edad, raza, antecedentes clínicos, alergias conocidas y tratamientos previos.
  • Información sobre su dieta, comportamiento y nivel de actividad física.

2. Exploración física completa

  • Ausculación cardíaca y pulmonar, exploración abdominal, revisión de mucosas y temperatura.

3. Pruebas complementarias

  • Análisis de sangre: para valorar glóbulos rojos, blancos, plaquetas, función hepática y renal.
  • Electrocardiograma (ECG): especialmente en razas sensibles o animales mayores.
  • Radiografía de tórax: si se sospechan problemas pulmonares o cardíacos.
  • Ecografías: en casos de patologías abdominales sospechosas.

Los resultados de estas pruebas ayudan al veterinario a clasificar el riesgo anestésico y establecer el plan quirúrgico más seguro.

¿Cuánto tiempo antes de la cirugía se debe hacer la consulta?

En intervenciones programadas, la consulta prequirúrgica se realiza idealmente entre 3 y 7 días antes de la operación. Esto permite no solo obtener resultados de laboratorio a tiempo, sino también ajustar tratamientos previos si fuera necesario o aplazar la cirugía ante cualquier anomalía detectada.

En casos de urgencia, la valoración se acelera y se realiza en paralelo con las pruebas imprescindibles, priorizando la estabilidad del animal.

¿Qué riesgos existen si no se realiza esta consulta?

Omitir esta evaluación se traduce en entrar a quirófano con información incompleta sobre la salud del animal. Esto puede provocar:

  • Reacciones adversas a la anestesia.
  • Complicaciones cardiovasculares o respiratorias.
  • Hemorragias por trastornos de coagulación no detectados.
  • Tiempo de recuperación más largo o dolor mal controlado.
  • Incremento del riesgo de mortalidad operatoria.

El objetivo no es alarmar, sino concienciar: una cirugía planificada debe ir siempre acompañada de una consulta prequirúrgica rigurosa.

¿En qué casos es obligatoria o muy recomendable?

Si bien todos los animales que se someten a anestesia deberían pasar por una consulta previa, hay situaciones donde es especialmente crítica:

  • Pacientes geriátricos (mayores de 7–8 años).
  • Razas con predisposición a patologías cardíacas o respiratorias.
  • Intervenciones de larga duración (más de 30 minutos bajo anestesia).
  • Animales con enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia renal, epilepsia, etc.).
  • Cirugías invasivas o de alto riesgo (cistotomía, laparotomía exploratoria, etc.).

¿Cómo prepararte para la consulta prequirúrgica?

Como tutor, tu papel es clave para que la consulta ofrezca el máximo beneficio. Te recomendamos:

  • Llevar toda la información médica del animal: informes anteriores, analíticas, diagnóstico si ya hubo uno previo, historia de vacunación.
  • Anotar cualquier conducta anormal reciente: vómitos, tos, apatía, pérdida de apetito, etc.
  • Consultar si se debe ayunar antes de las pruebas (especialmente si se realizará analítica).
  • Comentar cualquier medicación que esté tomando la mascota —aunque no parezca relevante—.

Esta preparación ayudará al veterinario a obtener una visión integral del paciente y tomar decisiones adecuadas respecto al plan quirúrgico.

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