Riesgos de la anestesia en mascotas mayores: Lo que debes saber
Tiempo estimado de lectura: 14 minutos
Conclusiones clave
- La anestesia en mascotas mayores implica ciertos riesgos, especialmente si existen enfermedades previas o problemas orgánicos subyacentes.
- Una adecuada evaluación preanestésica y el uso de protocolos individualizados disminuyen de forma significativa estos riesgos.
- Contar con veterinarios especializados es clave para realizar procedimientos anestésicos seguros en animales geriátricos.
- Whopaws te conecta con profesionales validados para garantizar el bienestar anestésico de tu compañero peludo.
¿Qué es la anestesia en mascotas mayores?
La anestesia en animales de compañía permite realizar procedimientos quirúrgicos o diagnósticos sin que el animal sienta dolor o se estrese. En animales geriátricos (generalmente a partir de los 7 años en perros y gatos), el organismo puede responder de forma diferente ante agentes anestésicos y situaciones quirúrgicas.
Muchos tutores se preguntan si es seguro anestesiar a su mascota mayor. Gracias a las técnicas actuales y al monitoreo continuo, la anestesia en animales de edad avanzada se puede realizar con gran seguridad, siempre que se hagan las valoraciones previas necesarias.
Riesgos comunes asociados a la anestesia
Estos son algunos de los riesgos más frecuentes que pueden presentarse durante una anestesia en mascotas mayores:
- Hipotensión: Caída en la presión arterial que puede afectar la perfusión de órganos vitales.
- Bradicardia: Disminución del ritmo cardíaco, especialmente en animales con enfermedad cardíaca previa.
- Hipotermia: Disminución de la temperatura corporal, que retarda la recuperación anestésica.
- Alteración en la función renal o hepática: Debido a que ciertas anestesias se metabolizan por estos órganos.
- Complicaciones respiratorias: Como hipoventilación o apnea, en razas braquicéfalas o pacientes con afecciones pulmonares.
Factores que aumentan el riesgo en animales sénior
Los animales mayores pueden presentar comorbilidades que aumentan la posibilidad de complicaciones durante una anestesia. Algunos de los factores más relevantes son:
- Edad biológica y estado general: No todos los perros o gatos envejecen al mismo ritmo. Algunos tienen buena salud a los 10 años y otros tienen deterioro a los 7.
- Presencia de patologías crónicas: Enfermedades cardíacas, hepáticas, renales o endocrinas.
- Uso de medicamentos: Algunos fármacos pueden interferir con los agentes anestésicos o con la capacidad del organismo para eliminar residuos.
- Obesidad: Dificulta el manejo anestésico y respiratorio, incrementando los tiempos de recuperación.
- Nivel de estrés y ansiedad: El sobreestrés puede complicar la inducción anestésica y el monitoreo.
Evaluación previa al procedimiento
Una evaluación preanestésica completa es fundamental antes de cualquier intervención. Esto permite adaptar el protocolo anestésico a las necesidades específicas del animal mayor. Dicha evaluación puede incluir:
- Hemograma completo: Para evaluar anemia, infecciones o alteraciones celulares. Consulta la guía para interpretar un hemograma veterinario.
- Pruebas bioquímicas: Para conocer el estado renal y hepático.
- Electrocardiograma y radiografía torácica: Especialmente en mascotas mayores con posibles afecciones cardíacas.
- Ecografías abdominales: Para descartar procesos ocultos. Puedes conocer más sobre los tipos de ecografía en medicina veterinaria aquí.
- Evaluación digestiva: En caso de síntomas gastrointestinales previos. Más info en esta guía sobre síntomas digestivos en mascotas.
Cómo reducir los riesgos anestésicos
Existen múltiples estrategias que pueden hacer más segura una anestesia en mascotas mayores. Entre ellas destacan:
Monitoreo constante
- Control de signos vitales (temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria) durante toda la intervención.
- Uso de oxímetro de pulso y capnógrafo para controlar intercambio gaseoso.
Protocolos individualizados
- Adaptar los fármacos anestésicos a la condición física y edad del animal.
- Utilizar agentes reversibles o de acción breve cuando sea posible.
Precalentamiento y control térmico
- Uso de mantas calefactables o colchones térmicos, antes, durante y después del procedimiento.
Personal cualificado
- Preferiblemente con experiencia en anestesia de animales geriátricos.
- 5 señales de una clínica veterinaria de confianza
Cuidados postoperatorios esenciales
Una vez realizada la intervención, el postoperatorio es una etapa crítica, especialmente en animales mayores. Algunos cuidados clave incluyen:
- Control del dolor: Los analgésicos deben ser adecuados para la edad y condición del animal.
- Reposo adecuado: Evitar movimientos bruscos o saltos durante los primeros días.
- Hidratación y alimentación: Ofrecer agua fresca y recuperar la alimentación de forma progresiva.
- Vigilancia activa en casa: Observar signos de decaimiento, vómitos, dificultad para respirar o apatía.
Te recomendamos leer nuestra guía completa de cuidados postoperatorios para mascotas.
Preguntas frecuentes
- ¿Es seguro anestesiar a una mascota mayor?
- Sí, aunque existen más riesgos, con una buena evaluación previa y el seguimiento apropiado, la anestesia en animales mayores puede realizarse de forma segura.
- ¿Qué pruebas se recomiendan antes de cualquier anestesia?
- Hemograma, bioquímica, electrocardiograma y pruebas específicas según la salud del animal.
- ¿Mi perro/gato necesita quedarse ingresado tras la anestesia?
- En muchos casos es recomendable que permanezca en observación unas horas para controlar la recuperación y evitar complicaciones.
- ¿La edad por sí sola es un riesgo para la anestesia?
- No. Más que la edad, lo importante es el estado general del animal y sus patologías asociadas.