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Mi perro se come las cacas

La ingestión de heces se define como coprofagia, pueden ser las del propio animal, las de otros animales o incluso llegan a ser de otras especies. Los perros no son como los conejos, ellos comen sus propias cacas para adquirir nutrientes, minerales y vitaminas que no se han absorbido en una primera digestión. Más allá del asco que nos pueda dar, La ingestión de cacas por nuestro perro indica que algo no va bien.

Bichon maltes blanco que mira  su dueño en el parque mientras recoge las cacas antes de que se la pueda comer

Coprofagia en perros

Si un perro practica la coprofagia probablemente tenga enfermedades médicas o conductuales:

  1. Las enfermedades médicas más comunes son la mala digestión y el aumento de apetito.
  2. Las alteraciones de la conducta pueden ser por estrés o imitación del comportamiento del propietario al remover las heces. 

En ambos casos es un comportamiento que va corregido cuanto antes tanto a través del diagnóstico de la causa médica que lo provoca  (insuficiencia pancreática exocrina, IBD, hiperadrenocorticismo) como trabajando su causa comportamental (estrés, miedo, traumas).

Lo diferentes tipos de coprofagia

Dependiendo de las heces que ingiere el perro, la coprofagia puede clasificarse en tres tipos

  • La autocoprofagia, cuando el perro se come sus propias heces
  • Coprofagia intraespecífica cuando el perro se come las heces de otro perro
  • Coprofagia interespecífica cuando las heces ingeridas son de un animal de una especie diferente (gato, conejo, caballo)

Las causas de la coprofagia

En casos muy raros, la ingestión de heces puede tener su origen en

  • Deficiencias alimentarias, que se producen cuando el perro necesita una dieta equilibrada.
  • Un problema clínico y patológico, como una función pancreática alterada, infecciones intestinales, síndrome de malabsorción.

En tales situaciones, la coprofagia va acompañada de diarrea: debe ponerse en contacto con su veterinario para que someta a su perro a los exámenes específicos necesarios. 

La causa más común es el comportamiento. Salvo en los casos en que el perro se come las heces de otros animales, porque en ellas hay residuos que no se han digerido del todo y resultan especialmente apetitosos. La coprofagia suele ser la manifestación de un malestar: estrés, ansiedad o aburrimiento.

¿De donde nace el problema comportamental de la coprofagia?

Son ciertos descuidos o errores cometidos repetidamente por los propios dueños de perros coprofágicos los que favorecen o inducen la afección:

  • un proceso de educación defectuoso: el perro se exaspera, teme ensuciar en un lugar inadecuado e intenta no hacer sus necesidades en casa por miedo a provocar reacciones de su dueño
  • Falta de atención: el perro utiliza este método para llamar la atención de su dueño “distraído 
  • Privación, es decir, falta de estímulos: se manifiesta como resultado del aislamiento social o de la privación de experiencias. El aburrimiento y la apatía inducen al perro a comerse sus propias heces.

Este comportamiento suele darse en perros que han pasado largos periodos en perreras o han vivido en entornos estrechos y confinados.

Comer las heces es normal en estas situaciones

La coprofagia es fisiológica en determinadas circunstancias: un ejemplo son las hembras que han parido y se comen las heces de sus cachorros para mantener limpia la guarida. El cachorro, a su vez, aprende esta actitud observando a su madre e imitándola. Es un comportamiento que tiende a desaparecer por completo con la edad. 

En la naturaleza y en libertad, puede ocurrir que los perros se saltan comidas incluso durante varios días.

Por desgracia, también hay perros abandonados a su suerte o que no pueden conseguir comida y que, para comer algo, llegan a comerse sus propios excrementos o los de otros animales.En estos casos, los perros “reciclan” los residuos de alimentos no digeridos en sus heces.

¿Por qué los perros comen las heces de gato?

Los perros se sienten especialmente atraídos por las heces de los gatos.

Esto se debe a que el gato come alimentos más sabrosos que el perro, que, gracias a su olfato superior, también puede recoger las heces.

Si en casa conviven gatos y perros, traslada la caja de arena a un lugar al que sólo puedan acceder los felinos.

¿Qué puede pasar si mi perro se come las cacas?

A largo plazo, comer las heces de otros animales puede llevar a ingerir parásitos nocivos o contraer enfermedades víricas.

Para evitar estas desagradables consecuencias y si la coprofagia resulta ser un hábito difícil de abandonar, tienes que llevar tu perro con bozal durante los paseos hasta corregir el problema con un profesional.

Además, es importante que revisen periódicamente las heces de tu perro. Lo indicado sería hacer un coprológico cada  3 o 4 meses. En presencia de parásitos desparasitar con el principio activo que indica el veterinario.

Cómo evitar que tu perro coma las cacas

Como ya hemos comentados la causas de este problemas pueden ser muchas y los pasos a seguir para solucionar este problema son:

  1. Definir la causa ya que un problema patológico va a tener un tratamiento diferente que un problema comportamental
  2. Evitar que tu perro se coma las cacas limpiando los restos, moviendo el arenero del gato a un sitio que no puede alcanzar o poniendo un bozal en el paseo.
  3. Educar tu perro a no comer las cacas. Este proceso depende mucho del tipo del carácter del perro y la causa que hay detrás. No obstante, educarles a no comer las cacas es la clave para que dejen de hacerlo. Puedes probar con: ofrecerle algo muy apetitoso para quitar la atención de lo que esté haciendo o decir un “¡NO!” sin castigarlo más dando otra orden para que abandone lo que esté haciendo (ej. “aquí” o “sienta”)
  4. Alterar el sabor de las heces con trocito de calabaza cocida, piña como chuches o echando pimienta, limón directamente en las cacas. En el mercado también hay producto para cambiar el sabor de las heces de los perros (ej Coprovet de Stanvet o Forbid de KimiPharma)
  5. Mantener tu perro entretenido ya que un perro libre de estrés y con las pilas agotadas no tiene las fuerzas ni siquiera de pensar en comerse sus cacas. Si ya has agotado el tiempo fuera con paseo, parque o corriendo debería pasar a cansar tu perrete a través de juegos de inteligencia o rompecabezas.

Los perros que comen las cacas suelen tener problemas intestinales. Lee este articulo sobre las bacterias intestinales en el perro.

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