Perro cojeando: qué hacer si no apoya una pata trasera
Tiempo estimado de lectura: 13 minutos
Conclusiones clave
- Un perro que no apoya una pata trasera puede tener desde una simple torcedura hasta una fractura o enfermedad neurológica.
- Lo más importante es observar los síntomas, evitar forzar la movilidad del animal y acudir al veterinario cuanto antes.
- Existen plataformas como Whopaws que te permiten consultar con un veterinario por videollamada o encontrar atención urgente 24h.
¿Por qué mi perro no apoya una pata trasera?
Ver a tu perro cojeando y sin apoyar una pata trasera puede ser alarmante. Esta situación puede deberse a una lesión leve, como un esguince, o algo más grave, como una fractura o displasia de cadera. También puede obedecer a problemas neurológicos, articulares o musculares.
Algunas causas comunes incluyen:
- Luxaciones en articulaciones como la rótula o la cadera
- Rotura de ligamento cruzado
- Fracturas óseas
- Displasia de cadera
- Traumatismos tras juegos o accidentes
- Artritis o artrosis, especialmente en perros mayores
Cómo identificar el grado de la cojera
Es fundamental observar el comportamiento de tu perro para identificar el tipo de cojera:
- Cojera leve: pisa con dificultad pero apoya ligeramente.
- Cojera moderada: evita apoyar, pero puede mover la extremidad.
- Cojera grave: no apoya en absoluto y muestra signos de dolor intenso, como lloriqueos o rigidez.
Si no apoya la pata trasera en absoluto, lo más probable es que haya una lesión que requiere atención inmediata.
Lesiones más comunes que causan cojera en las patas traseras
1. Rotura de ligamento cruzado craneal
Una de las lesiones más frecuentes, especialmente en perros activos o de razas grandes. Produce dolor agudo e inestabilidad de la rodilla. Generalmente requiere cirugía y fisioterapia.
2. Luxación de rotula
Suele afectar a razas pequeñas (Pomerania, Caniche, Chihuahua). El perro mantiene la pata levantada de forma intermitente. En grados avanzados necesita intervención quirúrgica.
3. Displasia de cadera
Trastorno hereditario que impide el buen encaje de la cabeza femoral con la cavidad de la cadera. Produce dolor crónico y cojera progresiva.
4. Fracturas óseas o fisuras
Pueden deberse a caídas, atropellos o traumatismos. El perro no apoyará la pata y podría emitir quejidos al intentar moverse.
5. Esguince muscular o sobrecarga
Puede suceder durante juegos intensos o tras un salto brusco. Aunque es menos grave, puede requerir reposo y antiinflamatorios bajo prescripción veterinaria.
6. Enfermedades neurológicas
Alteraciones como el síndrome de cauda equina o hernias discales afectan los nervios que controlan el movimiento, derivando en cojera sin lesión ósea aparente.
¿Qué debo hacer si mi perro cojea y no apoya la pata?
Ante esta situación, lo ideal es mantener la calma y seguir estos pasos:
- No obligues a caminar: Evita que se mueva innecesariamente; podrías agravar la lesión.
- Haz una revisión visual: Observa si hay heridas, hinchazón, deformidad o sensibilidad al tacto.
- Mantén al perro en reposo: Asegura que tenga un espacio tranquilo donde descansar y no saltar ni correr.
- Consulta con un veterinario: La evaluación profesional es imprescindible para un diagnóstico certero.
Con la app de Whopaws puedes contactar directamente con un veterinario por videollamada o pedir atención presencial urgente cerca de tu zona.
Tratamientos dependiendo de la causa
El tratamiento va a depender del diagnóstico específico. Algunos abordajes terapéuticos comunes incluyen:
Antiinflamatorios y analgésicos
Recetados por el veterinario para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Reposo total o relativo
El control de movimiento es fundamental para prevenir complicaciones, especialmente tras esguinces o lesiones articulares.
Inmovilización o férulas
En casos de fracturas o luxaciones leves, se puede indicar el uso de vendajes rígidos o férulas.
Cirugía ortopédica
Requerida ante roturas de ligamentos, fracturas graves o displasia severa. La rehabilitación postoperatoria es clave.
Fisioterapia y rehabilitación
Ejercicios controlados, masajes, hidroterapia y estimulación eléctrica ayudan a recuperar movilidad con seguridad.
En los casos donde haya infección asociada, el tratamiento incluirá antibióticos. Puedes saber más sobre ellos en este artículo: Tipos y usos de antibióticos comúnmente recetados.
Prevención y cuidados para evitar recaídas
- Evita juegos bruscos, especialmente en superficies resbaladizas.
- Controla el peso corporal: la obesidad incrementa el riesgo de lesiones articulares.
- Realiza revisiones veterinarias periódicas, sobre todo en perros mayores.
- Aplica rutinas de calentamiento si tu perro realiza mucha actividad física.
- Adapta el entorno del hogar para evitar escaleras o saltos en perros con antecedentes de problemas osteoarticulares.
¿Cuándo acudir de inmediato al veterinario?
Estas son señales de que tu perro necesita atención veterinaria urgente:
- No apoya la pata durante más de 12-24 horas.
- Emite gemidos, gruñe o se muestra muy inquieto o agresivo si tocas la zona.
- La pata está hinchada, caliente o presenta deformidad evidente.
- Hay fiebre u otros síntomas sistémicos (falta de apetito, letargo, etc.).
A través de Whopaws puedes encontrar veterinarios disponibles 24 horas y obtener asistencia sin necesidad de traslados innecesarios.
Preguntas frecuentes
- ¿Es normal que mi perro cojee después de jugar mucho?
- Puede suceder por agotamiento muscular o sobrecarga. Si la cojera desaparece tras unas horas de reposo, no suele ser grave. Si persiste, consulta con un veterinario.
- ¿Puedo darle antiinflamatorios humanos a mi perro?
- No, muchos medicamentos humanos son tóxicos para los perros. Solo debes administrar lo que el veterinario prescriba.
- ¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse una luxación de rótula?
- Depende del grado de la luxación. En casos leves, puede bastar con reposo y fisioterapia. En otros, se requiere cirugía y la recuperación puede durar varias semanas o meses.